Ese es el motivo de mi inspiración y el deseo que fluye por mis sentidos cuando expreso mi arte al diseñar prendas íntimas.
La lencería es el secreto más personal, más breve y más cambiante que tenemos las mujeres, un misterio que se renueva cada mañana y cada noche. Nadie sabrá con certeza qué llevamos bajo ese jean ajustado o ese vestido de noche seductor; algo se insinúa, algo mostramos, algo se dibuja alrededor de nuestro cuerpo pero ¿cómo adivinar sus detalles? …
En una vida llena de tensiones, responsabilidades, expectativas tuyas y de los demás sobre ti; en un mundo lleno de situaciones donde las reacciones acertadas demuestran nuestra habilidad para ser exitosa (o) dentro del orden establecido. Uno de los pensamientos que nos relaja y nos satisface es el sexo pleno.
Cuando estamos en pareja, cuando dejamos que ese misterio se devele y esa pequeña prenda se convierte en un objeto de deseo y en trofeo del amor, la pasión nos desnuda el cuerpo pero también el interior. Somos energía pura y el sexo con el ser que amamos o deseamos surge más allá de una simple conexión física: es puro sentimiento que nos conecta directamente con el alma. Por eso la lencería te da PODER, te da el poder de elegir a quien mostrarla y con quien disfrutarla, porque nosotras también disfrutamos de lo que nos ponemos para seducir, para expresar nuestra sensualidad.
Un pedacito de cielo en la vida terrenal que nada tiene que ver con lo divino¡
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